martes, 18 de noviembre de 2008

¿Refundar el Capitalismo? o ¿Refundar la democracia, los valores morales y el liderazgo?

Oficialmente, se han reunido en Washington para refundar el capitalismo y las finanzas mundiales, pero en el corazón de alguno de los líderes latía el deseo de empujar el socialismo para reforzar el Estado y para que los gobiernos acumulen más poder. Por fortuna, el agonizante Bush los ha frenado en seco afirmando que el libre mercado capitalista, mezclado con las libertades y derechos, sigue siendo y será el mejor sistema posible. Pero, ¿cuanto tiempo podrán ser frenadas las bestias? Detrás de la crisis financiera y económica palpita una crisis mayor y más trascendente: la crisis de valores, la del liderazgo. Los políticos, frente a una ciudadanía cansada de ineficiencia política, de corrupción, de ser atracada por los cobradores de impuestos y de soportar problemas que ellos jamás resuelven, tienen ya menos credibilidad que los banqueros de Wall Street ¿Cómo pretenden los políticos que les respetemos y sigamos sus órdenes cuando muchos de ellos, además de robar, destilar arrogancia y militar en las filas de la corrupción, demuestran cada día más torpeza e ineficacia? Desprestigiados y sin altura moral para ser líderes, solo consiguen que acatemos su lamentable gobierno porque tienen la fuerza de su parte.

Algo de los más positivo de la cumbre de Washington, el frenazo dado por Bush al intervencionismo de los estados, que durará poco, quizás lo que dure su presidencia porque el mundo, lamentablemente y muy a mi pesar, se dirige hacia una especie de socialismo light que, sin embargo, conserva del viejo socialismo, del socialismo histórico el papel protagonista del Estado frente al del individuo y la devaluación del ciudadano, cuyo destino es ser manipulado y engañado por la "casta" del poder político.

Si nadie lo remedia, y a eso parece que vamos a ir, el mundo se arrastrará hacia un intervencionismo descarado, una especie de dictadura del proletariado soft. Es decir, una oligarquía controlada por políticos ineptos, como Zapatero, Pepiño y sus secuaces y descendientes políticos, pero sedientos de poder y de privilegios que únicamente serán maestros en el engaño, la mentira y la manipulación, en hacer creer al pueblo que es el que manda con la ayuda de unos medios de comunicación sometidos que nos destacarán a diario la soberanía popular y la importancia de los ciudadanos y de sus votos.

Se han reunido en Washington para reformar las finanzas, pero no tienen prestigio ni autoridad para lograrlo, véase Zapatero. Sus ideas y reformas tendrán que ser impuestas por la fuerza. Su mayor pecado es el hecho, de ignorar lo evidente: que mucho más urgente que refundar el capitalismo, es refundar los valores y el liderazgo e introducir ética a chorros en una política que está perdiendo la capacidad de convencer, que ya no sabe entusiasmar, que nada en la mentira y que se ha convertido en un ejercicio torpe, arrogante, arbitrario y adicto al dominio y al privilegio.

Para salir de la crisis, el único camino es reforzar la democracia, los valores, el liderazgo y el protagonismo del ciudadano, pero esa solución no saldrá de unos políticos ávidos de poder que en el fondo de sus mentes desprecian al ciudadano y solo pretenden sojuzgarlo.

Sin un resurgimiento de la democracia, de los valores morales y del protagonismo del ciudadano, la crisis solamente podrá ser tapada con cemento y encapsulada en un sarcófago, como hicieron con la radiación contaminante de Chernobil.

Los políticos, en su versión actual, desunidos del pueblo, alienados, arrogantes, despilfarradores e ineficientes, son el problema, no la solución. Y la metafísica establece que es imposible que del mismo problema pueda surgir la solución.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Zapatero, la Cumbre del G-20 y la birriosa foto con Bush.

Menudo timo. Zapatero quería tener su foto con el presidente en funciones de EE.UU. George Bush, para no ser menos que otros ex presidentes del Gobierno de España, y ya la tiene. Zapatero, ha vendido su alma y la de todos los españoles, a Nicolás Sarkozy, por una foto, por una birriosa foto, y ya la tiene. Alguien que ha pagado y ha prometido pagar tantísimo, por la dichosa foto debería haber ensayado la postura, la sonrisa, el gesto, y el resto de cosas que hiciesen que la foto más cara de la historia de España, y de la humanidad fuese una foto que la humanidad toda mirase embobada, pero resulta que ha salido una birria de foto que la humanidad toda a la hora de verla se parte de risa por el careto forzado, cateto y estúpido que ha puesto el Presidente Zapatero para la foto de marras. Tan grotesco sale Rodríguez Zapatero, en la foto histórica que parece que el fotógrafo haya sido el enemigo común, el ex Presidente Aznar.

Si yo hubiera sido, Rodríguez Zapatero, tras ver la cara de estúpido espantapájaros con la que sale en la susodicha y famosísima foto, despediría a mi asesor de imagen y a los asesores del asesor de imagen por no haberle instruido bien para evitar precisamente ser el hazmerreír de la cumbre.

Hubiera sido fácil, muy fácil, que los expertos en imagen le hubiesen enseñado la sonrisa del “joete Bush que te he obligado a invitarme a papear en tu casa a pesar de tus pesares”, en lugar de eso ha conseguido una foto con el Presidente en funciones Bush, en la que sale con una sonrisa que dice “de los dos de la foto el paleto más alelado es el Presidente Zapatero”.

Aunque si se analiza mejor, la imagen, Zapatero aparece en la foto como lo que es, un fan de Bush que lleva años y años intentando conseguir una foto con el tal Bush en su Casa Blanca y cuando lo consigue posa con la mejor cara de pasmarote, bobo y estúpido que puede conseguir.

Haber pagado tanto, y tener que pagar tanto, para una foto en que sale como un bobalicón neófito no es justo, yo creo que lo justo sería que, Sarkozy le devolviese el pagaré que le dio a cambio de la foto.

Yo como español y pagano de la foto en cuestión me siento estafado, timado y maltratado, esperaba algo más de la foto y, o bien Sarkozy consigue que se repita la foto o voy a exigir que España no pague por ella más de nada.
Bueno, que tanta alharaca no era necesaria solo para que el Presidente, con una foto, demostrase urbi et orbe que es un cateto, estúpido de postín posando con cara de paleto integral y eso que todos sabemos que, es cateto y es paleto, y que nos ha tenido engañados a todos todo el tiempo y sí lo es. Uno ya sabe que pensar, tras cinco años con este chico ocupando lamentablemente la Moncloa.

Basta con ver la foto, con el valor de un Potosí, y comparar la sonrisa rictualizada y cateta que luce el Presidente ZP con una de sus sonrisas de cuando era el mismísimo bambi. Más que una foto es un timo.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Los Estados Unidos de América, han hablado a favor de Barack Obama.


Las encuestas decían que Barack Obama ganaría ayer y sería el próximo presidente de Estados Unidos, después de derrotar en su larga y brillante campaña a dos adversarios durísimos: Hilary Clinton y John McCain. Así ha sido. Ha obtenido la presidencia y es porque ha protagonizado una pequeña revolución en América, porque ha sabido conectar con los más demócratas y con los humildes y desamparados, devolviendo al pueblo la esperanza en un mundo mejor. Esa fe en el futuro, unida a las libertades y derechos, la convivencia respetuosa y las leyes comúnmente aceptadas, son la esencia de la democracia.

Me gusta Obama, aunque me proyecte algunas incógnitas, porque su presencia en el poder reactiva la democracia en América, que es un bien no sólo para el pueblo americano, sino para la Humanidad entera.

En todo el mundo existe una constante que nunca falla: los canallas y los opresores suelen mirar a Estados Unidos con miedo y odio, mientras que los oprimidos y los demócratas suelen mirarlo con esperanza.

Es cierto que su actuación exterior ha sido muchas veces imperialista y que sus gobernantes han cuidado más los intereses del Imperio que los de los demás ciudadanos del mundo, pero no es menos cierto que la existencia de un país como Estados Unidos ha representado y representa una cierta garantía para los que desean vivir en libertad, sin tener que soportar la bota de los opresores. Ya que es el único país del mundo, que desde su nacimiento como tal, es democrático. También es cierto que, sin los Estados Unidos, las dos opresiones más crueles y dañinas del mundo, la nazi-fascista y la socialista-soviética, nos habrían asesinado o esclavizado a todos.

Para escribir esto, y como fundamento de mi opinión, me he basado en diversos articulos de la prensa americana, de varias tendencias e ideologías:

Mejor Obama que Hilary.

El temible Obama.

Obama renuncia al dinero público.

Obama.

La lectura de estos artículos ayuda a formarse una idea bastante correcta del personaje, un descendiente de afro-americanos integrado en la nueva sociedad americana, demostración viva de que el sueño americano todavía existe, con una extraordinaria capacidad de comunicación, que ha sabido despertar la ilusión por un cambio y por una sociedad más justa.

Sus debilidades son su escasa experiencia política, sus orígenes africanos, algunos amigos y maestros inquietantes y una peligrosa tendencia hacia el pragmatismo, hacia la doctrina de que el fin justifica los medios, que es una de las enfermedades más graves de la política y quizás la mayor amenaza para la libertad.

Entre sus valores y defectos está el pueblo americano, una sociedad celosa de sus derechos, que todavía no se ha dejado aborregar plenamente por sus políticos y que es capaz de hacer oír su voz en la Casa Blanca, todo un ejemplo para las interminables manadas de borregos esclavos que pueblan el planeta.

A pesar de las reservas, bienvenido sea Obama a un mundo cuya peor plaga y mayor pesadilla es el liderazgo nefasto de la casta de los profesionales de la política, generalmente sin ideología, sin pericia, alejados de la realidad y de sus pueblos y adheridos como una lapa a la corrupción y al privilegio.

Ojalá el Obama del pueblo, en Presidencia de Estados Unidos, los ponga a caldo.

Desde hace tiempo vengo observando en la mayoría de los medios de comunicación una Obamamanía u Obamafília lamentable, particularmente cuando casi nadie entiende el inglés ni tiene idea de lo que dice, pero como el chico es negro/mulato y dicen que habla muy bien, pues queda muy moderno demostrar lo progresistas que son. Pero vamos a ver, este individuo, ¿qué ha hecho en su vida, qué ha demostrado, qué ha gestionado, qué problemas ha resuelto, qué experiencia tiene? Lo único que ha demostrado es que tiene la labia de un psicólogo argentino, que es un seductor, un gran orador. ¿Y eso le faculta para dirigir la mayor empresa de un país, el Estado?

La fe es la aceptación ciega de algo que no se puede demostrar, por eso debe estar restringido su ámbito al mundo de la religión. Y eso precisamente es lo podemos observar por todo el mundo, una postración y una fe en Obama como si fuera El Elegido, El Enviado, El Esperado, El Ungido, como si tuviera la piedra filosofal o la ciencia infusa para resolver los asuntos de una país. Por favor, pero si es un político profesional. Una persona que con 47 años no ha hecho nada ni ha demostrado nada, ¿es la Gran Esperanza para llegar al paraíso prometido? Cada día la humanidad me parece más patética y lamentable, buscando un pastor que la guíe, aunque más bien parece buscar un amo. Nuestra cultura cristiana nos induce a estar siempre esperando salvaciones y guías que nos conduzcan al cielo soñado. Todos los políticos que aspiran a ocupar la poltrona suelen vender su mercancía con las palabras mágicas: “esperanza” y “cambio”, como Obama. Pobres de los pueblos que se dejan seducir por cánticos de esperanza y siguen a un Caudillo. También Hitler, otro gran orador, vendía esperanza y cambio. No conozco ningún caso de un político que después de una gran ilusión y esperanza no acabe produciendo una gran decepción. Ninguno. Lo reconozco, a mí este individuo me parece un cantamañanas (el otro candidato, algo parecido), y por higiene mental tiendo a desconfiar de los vendedores de ilusiones.

Es curioso ver cómo para gestionar una empresa los dueños buscan a una persona bien preparada, con estudios, idiomas, que tenga experiencia, que haya demostrado saber innovar, producir beneficios, etc. Como, por ejemplo, hizo hace poco Amancio Ortega, principal dueño de Inditex (Zara, Bershka, Massimo Dutti, Pull and Bear, etc), que tardó meses en encontrar sustituto a su anterior mano derecha (lo que en el mundo anglosajón se denomina CEO).
Estoy seguro que no se le pasó por la cabeza contratar para este cargo a un recién licenciado. Pero para ser el CEO de un Estado, la mayor empresa del país, la cosa cambia, aunque todos los ciudadanos seamos sus accionistas. Ahora se busca al mejor orador, al mejor embustero, al mayor seductor, al más encantador, al más atractivo, simpático ..... aunque no tenga ni experiencia, ni estudios, ni haya gestionado en su vida ni un kiosco, ni sepa saludar en inglés How are you?, etc. ¿Por qué la mayoría de la gente es capaz de encontrar un buen encargado para su negocio pero comete auténticos disparates eligiendo el de la empresa de todos? Respuesta: los políticos profesionales ya se encargan con su verborrea de suspender la inteligencia de la gente durante el tiempo suficiente para alzarse con su cartera (y con su aprobación en forma de voto).
También son muy hábiles en provocar una respuesta emocional en los ciudadanos, no la racional. Para ello recurren a la invocación del espíritu tribal que anida en todos, buscando el refugio/identificación de la gente con un grupo (izquierda, derecha, nacionalista, progresista), en lugar de que los votantes traten de elegir el mejor gestor de sus/nuestros intereses. De hecho, hoy lo que venden los políticos no es capacidad de gestión, sino a ellos mismos, de ahí que para poner a un político en la Moncloa se sigan los mismos métodos que para poner un electrodoméstico en nuestra cocina.

Es de suponer que gane este tal Obama, aunque desde aquí hago mis predicciones: el encanto y embelesamiento durará lo que tarde la gente en darse de bruces con la realidad. Demostrará que lo suyo es la lengua, el vender crece pelos, y no gestionar una empresa, el Estado, algo de lo que no tiene ni idea. Estoy seguro que no volverá a ser reelegido porque no sabrá solucionar la Gran Depresión ni el desplome del dólar. Será otro mal sueño, otra pesadilla de ... un político profesional.

La victoria de Barack Obama y su próxima presidencia son acontecimientos que refuerzan la democracia en el mundo y ratifican que el sueño americano, a pesar de las críticas y jugarretas de los autoritarios de todo el planeta, sigue vivo y alimentando la esperanza.

Es cierto que Obama asumirá el poder de la primera potencia mundial sin experiencia suficiente, cargado de incógnitas y sin otros valores demostrados que los que ha exhibido durante su larga campaña, en especial un discurso atractivo y brillante, pero no es menos cierto que la otra opción, la derrotada de McCain, no era mejor. Ambos eran, por encima de todo, políticos profesionales.

Pese a todo, la victoria de Obama, un desconocido hace apenas dos años, sobre las poderosas maquinarias electorales de los Clinton y del Partido Republicano demuestra que las ideas siguen teniendo valor, que la sorpresa todavía es posible y que en América, quien demuestra su valía personal puede llegar a lo más alto, aunque sea negro, se llame Hussein y sea un americano reciente, hijo de inmigrantes.

Los que acusaban a Estados Unidos de racista y de ser una sociedad controlada por los grandes lobbys de siempre, en la que el poder era un monopolio de los blancos anglosajones, han quedado desacreditados. En América, los hombres, las ideas, la libertad y la conciencia son más fuertes que los partidos políticos y que los grandes poderes organizados, lo que constituye no sólo un reflejo de auténtica democracia, sino también una esperanza para todo el mundo.

América acaba de demostrar ante el mundo que las ideas siguen teniendo valor y que el ciudadano es el protagonista en su democracia, por encima de los políticos profesionales y de los aparatos de los partidos.

Lo que acaba de hacer la sociedad norteamericana eligiendo como presidente a un negro hijo de inmigrantes africanos es impensable en las decadentes, degradadas y poco democráticas sociedades de Europa, donde los partidos políticos están controlados férreamente por élites profesionales apalancadas en el privilegio y los ciudadanos hace mucho tiempo que fueron expulsados de la política, que es ejercida como monopolio por los partidos.

Los ilusos que ven en Obama a un socialista al estilo europeo van a llevarse un profundo desengaño. Obama es, por encima de todo, un ciudadano de Estados Unidos y, en segundo lugar, un demócrata, dos rasgos que le distancian enormemente de las izquierdas europeas, incapaces de arrojar por la borda el leninismo y adictas al vicio totalitario de anteponer el Estado al individuo, lo que las convierte en maquinarias de poder tan apegadas al privilegio como distantes de la ciudadanía.

Comparar a Obama con Zapatero o considerarlo un miembro de la famosa "progresía" dominante, como hacen algunos políticos y periodistas sometidos en España, es, sencillamente, una estupidez cateta y mediocre.

Desde la fe democrática que destilo, doy la bienvenida a la esperanza que Obama despierta hoy entre los demócratas y los humildes del mundo.


domingo, 2 de noviembre de 2008

Zapatero, el superhéroe y superpresidente, que nos salvará de la crisis.

La realidad es que Zapatero nos decía hasta hace unos días que no había crisis y que estábamos en cabeza de la economía mundial. Yo tengo la convicción de que mentía a sabiendas y con saña pero es cierto que la crisis ha sido corta pues ya estamos abocados a la recesión, según el Banco de España, y por eso Zapatero anda por esos mundos de Bush intentando que le dejen entrar en la cosa esa de la cumbre porque tiene el remedio para arreglar el tiberio que el useño ha montado.

¿Quién se puede fiar de un experto en crisis y recesiones que no solo no las ve venir sino que cuando las tiene encima intenta convencer a propios y extraños de que la cosa económica va de maravilla?.

El argumento número uno de los socialistas frente a esta crisis que ya es recesión pura y dura, es el tan manido de que el PP no solo no ayuda a solucionarla sino que se alegra de que la cosa vaya mal para poder clavarle el estigma a Zapatero. De lo que no se dan cuenta estos socialistas es de que Zapatero sí que da muestras de alegrarse de la crisis que no existía desde que se le atribuye la culpa a Bush y al liberalismo de tipo no sé cuantos. Ver la sonrisa de este prohombre mientras se lava las manos en las aguas del paro nacional es denigrante.

El próximo argumento está claro. Si va a la cumbre y se arregla la cosa será porque él dio la solución, si no se arregla será porque no le hicieron caso. Si no va a la cumbre y la cosa no se arregla será porque no le escucharon y si se arregla será porque él y solo él consiguió meter en la cumbre su receta salvadora.

El súper experto económico que nos gobierna sin tener ni repajolera idea de economía, hecho conocido tras la oferta que le hizo alguien de enseñarle en dos tardes, quiere ser el salvador de la economía de la galaxia, ya que tiene la solución mágica, se sabe imprescindible, y lo malo es que se lo cree. ¡Hay que joerse!No obstante, por si acaso fuese verdad que atinase aunque sea a pesar de sus escaseces, aprovecho para darle ánimos. ¡Zapatero, sálvalos aunque no se dejen!

sábado, 1 de noviembre de 2008

La Reina habló

Me pedía ayer un buen amigo, aunque con las ideas políticas algo menos claras que las mías, que le opinase algo sobre las palabras pronunciadas por la reina Sofía mediante el libro de Pilar Urbano. No me gustó mucho el tema, la verdad, pero tampoco lo eludo. En honor a ti y a la conversación, que ayer tarde mantuvimos en una zaragozana cafetería de la Calle Alfonso I, te brindo este artículo:

La reina ha hablado y el país, parece que se ha escandalizado. El problema es que las opiniones de la reina van contra la línea de flotación de la izquierda y de la dictadura de la progresía, imperante en España. Si la reina hubiera dicho algo parecido a lo que dijo su esposo, el rey, no hace mucho, cuando alabó a Zapatero o mando callar al gorila rojo de Venezuela, no habría surgido el escándalo porque aquellas declaraciones beneficiaban a los dictadores.

Pero la reina ha dicho cosas que golpean el corazón de la "religión progre" que el Estado protege y propaga. Ese es, al parecer, su único pecado.

La reina ha tocado temas intocables, como el aborto, pero sus palabras más "dañinas" son las que tocaban de lleno al potente lobby gay español, muy influyente en la izquierda y también (aunque menos) en la derecha.

Las palabras que más "heridas" han causado son las siguientes:

"Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? ¿Que se suban a una carroza y salgan en manifestaciones?"

"Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no le llamen matrimonio, porque no lo es. Hay muchos nombres posibles: contrato social, contrato de unión."

Mi opinión es que España es un país perturbado y tan surrealista que todo funciona al revés. El rey y la reina, en sintonía con la insensatez nacional, callan cuando deben hablar y hablan cuando deben callar. Los reyes no hablan cuando todos esperamos que hablen porque se viola la Constitución o porque se ponen en peligro principios y valores sustanciales, que afectan directamente a la Jefatura del Estado, mientras que hablan para romper el equilibrio y la neutralidad debidas, ensalzando a un presidente de gobierno como Zapatero, quizás en detrimento de otro, de distinto color político, como Aznar, o para cuestionar leyes aprobadas por Las Cortes.

Este blog y mi persona, únicamente preocupado por la democracia en declive, publicó hace mucho, en otra dirección web, un artículo titulado "El rey mudo" que obtuvo gran atención y numerosas lecturas. Uno de los párrafos de ese artículo decía:

El silencio del rey Juan Carlos es cada día más inquietante y decepcionante. Silencio frente a la corrupción que envilece a España, ante las negociaciones secesionistas del gobierno con ETA, ante la creciente inseguridad ciudadana, ante el inconstitucional Estatuto de Cataluña, rompedor de la igualdad y de la unidad de España, que el rey debe cuidar por mandato constitucional, silencio ante el auge del nacionalismo disgregador y radical, silencio ante la crisis económica galopante que empobrece a los españoles... ¡Menudo porvenir le espera a una Corona que no se preocupa de los dueños de la misma!