Mientras tanto, el Gobierno y a pesar de la cruda realidad, sigue a lo suyo lleno de ese optimismo feminista que le caracteriza. Dice Zapatero que seguimos fuertes a pesar de no estar en la Champions y en la peor de sus hipótesis, creceremos más que todo nuestro entorno. Y yo pienso, que el mal de muchos... no tiene que ser el consuelo de un gobierno competente español, pero como no es un gobierno competente, si que es el mal de muchos el consuelo de tontos, que no la epidemia. Y lo que no es tampoco un consuelo, es el aumento del paro, que se ha convertido en la mayor subida trimestral en quince años.
La realidad, es muy distinta y los datos que son bien negativos, se oponen al optimismo natural del presidente.
Según se ha sabido, las transacciones de compraventa de viviendas ha caído en febrero un 24,4 por ciento, en comparación con febrero de 2007. Las ventas, según los datos de los promotores, caen en un 60 por ciento desde que en septiembre saltó la crisis ‘suprime’ a los mercados. Pero el gobierno y a pesar de esto, sigue a lo suyo, con su optimismo natural.
La vivienda hipotecada cae también en un 26 por ciento en febrero. El importe medio, es un 0,79% menor al registrado a fecha de 2007.
Es decir que se vende y se hipoteca menos vivienda y la hipoteca pierden cancha por la pérdida de la confianza. La ralentización existe cuando ves que tu vecino pierde el empleo; la crisis llega cuando el que pierde el empleo eres tú. Pero ‘cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar’.
El gobierno, con la poca sutiliza que ha mi me sugiere, lanza el mensaje de calma a los españoles, les quiere trasmitir ese optimismo gubernamental, que le caracteriza. Afectará pues, la sicología a la ciencia económica, pues sí y dado que el pensamiento se realiza previamente a la acción, y los movimientos del hombre dan respuesta a las sensaciones percibidas por este, confianza o miedo.
Así Zapatero y Solbes, empiezan a actuar, porque quieren hacer ver, confianza entre consumidores e inversores, prestamistas y acreedores.
Buena táctica, hay que reconocerlo, son buenos estrategas, pero cuando se dispara al alza la cifra del paro, la confianza oficiosa gubernamental, lo que hace es enfadar.
El 9,6% de la población activa, está desempleada. Y continúa subiendo. Según el gobierno de ZP y compañía, sitúan una tasa de desempleo del 9,8% a finales de año. Por lo que no entendemos ese optimismo gubernamental, en este caso de Solbes, cuando dice que se crearán 200.000 nuevos empleos para este año y otros 200.000 para el año que viene.
El gobierno, ha reconocido que la construcción está bajando, y está cayendo a una velocidad no esperada. Pero, para Solbes lo peor ya ha pasado y se ha solventado la caída prevista por el gobierno, en menos tiempo del previsto. Con lo que para el gobierno los tiempos venideros serán mejores. Esto no lo sabe argumentar, el valioso Solbes, quizá olvida esa línea argumental del optimista que dice que ‘cuando uno cree haber tocado fondo, todavía se puede profundizar’.
Queda aún una luz al final del tunel, la luz de servicios, de que el sector terciario tome el relevo a la construcción, en creación de empleo. Es poca la esperanza, aquí depositada, ya que ni servicios ni industria están tirando, la recaudación de IVA revela una preocupante caída del consumo y el déficit público nos acecha.
¿No sería mejor que nuestros gobernantes encararan la realidad de frente, con coraje y valentía? Nada. ‘Miente, que algo queda’, parece ser la máxima.